Misión
Somos una institución educativa cristiana metodista centrada en el estudiante, que educa en valores para la vida, en un entorno acogedor y familiar. Nos enfocamos en la felicidad de los niños y niñas para que sean agentes críticos de cambio social, conscientes del cuidado del medio ambiente.
Visión
Ser un referente en la formación de estudiantes integrales, que fomenta el espíritu cristiano metodista, el desarrollo del pensamiento crítico y reflexivo, con un fuerte sentido de responsabilidad y servicio social.
Ser una comunidad acogedora e inclusiva, que lidera procesos de excelencia formativa y académica, centrada en la felicidad de niños y niñas, a través de un viaje educativo que los transforme en agentes de cambio social, promotores de una cultura ecológica de vida.
Los Valores que nos orientan
RESPETO
“Respeten a todos, amen a los hermanos. Teman a Dios y respeten la ley” (1 Pe 2:17)
Es el hábito de reconocer y valorar la dignidad de las personas y sus derechos, en el contexto de los Derechos Humanos, aceptando las legítimas diferencias físicas, religiosas, culturales, raciales, políticas y de género. Esto se traduce en relaciones de reciprocidad y reconocimiento mutuo.
El respeto comienza hacia uno mismo, siendo consecuente y coherente con los principios y valores que sustentan nuestra existencia, lo que se refleja en actitudes de consideración a los demás, de escucha y buen trato.
El respeto a la creación, a la naturaleza, al ser humano, al medio ambiente en el que vivimos y a todo aquello que hace posible nuestra vida en el planeta, teniendo en consideración sus necesidades y el mantenimiento de las condiciones para que pueda seguir existiendo y desarrollándose como tal.
RESPONSABILIDAD
“Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma y con todas tus fuerzas, y con todo tu entendimiento; y a tu prójimo como a ti mismo” (Lc 10:27)
Es el ejercicio pleno de la libertad, es decir, actuar con una finalidad que contribuya al bien personal y social, usando los medios adecuados y asumiendo las posibles consecuencias personales y sociales de lo que se dice, se decide y se hace, de manera consciente.
La responsabilidad se vincula con el cumplimiento de nuestros deberes, compromisos y obligaciones con uno mismo y con otros.
El autocuidado, el cuidado de los demás y del medioambiente son indicadores de un buen ejercicio de la responsabilidad. Así como establecer los fines y medios adecuados al bien personal y social.
Tenemos una responsabilidad compartida con el cuidado del medio ambiente, lo que implica asumir la responsabilidad personal y colectiva de cuidar nuestro entorno. Somos llamados necesariamente a la participación de todos en la consecución de los fines de protección ambiental.
SOLIDARIDAD
“Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me acogisteis, estaba desnudo y me vistieron, estuve enfermo, y me visitasteis; estuve en la cárcel y vinisteis a mí” (Mt 25:35)
Es la disposición constante y desinteresada de generosidad y entrega hacia los demás, sustentada en el reconocimiento de sus particulares necesidades, y expresada en acciones concretas.
Ser solidario implica reconocer las necesidades del otro, tomar cursos de acción frente a realidades concretas, ser generoso con los talentos y recursos personales, defender activamente los derechos de las personas y generar cambios positivos en uno mismo, en los demás y en el medio ambiente.
Somos solidarios con la creación cuando buscamos desarrollar comportamientos sostenibles en relación al consumo de recursos naturales y protección medioambiental, lo que implica tener en cuenta las consideraciones ecológicas a la hora de tomar decisiones personales y colectivas.
HONESTIDAD
“Más bien, al vivir la verdad con amor,
creceremos hasta ser en todo como aquel que es la cabeza,
es decir, Cristo” (Efesios 4:15)
Es el hábito de actuar con lo que se considera correcto, en el contexto de los valores universales y los Derechos Humanos. La sinceridad y congruencia entre el actuar y los ideales que se persiguen, hacen del honesto una persona asertiva y habituada a decir la verdad, a respetar los bienes ajenos y a actuar con probidad.
Ser honesto implica actuar con integridad y coherencia, con sinceridad y asertividad, decir siempre la verdad, no robar, no copiar ni plagiar, entre otros. La persona honesta actúa en auténtica justicia, siendo un eje fundamental en la construcción de puentes de comunicación y buena relación con los otros.
Nuestro Lema
“EDUCAR Y CRECER PARA LA VIDA”
La educación de una persona se da de forma inherente a su desarrollo natural. Cada ser humano, a medida que crece, va configurando su identidad en el ejercicio libre de su voluntad. Este proceso encuentra su plenitud en el escenario de la vida, donde se despliegan todas las posibilidades de los hijos/as de Dios.
Nuestros Sellos de Identidad
SELLO EDUCATIVO 1: Confesionalidad Metodista.
Formamos integralmente desde una visión del Evangelio de Jesucristo para vivir en sociedad.
SELLO EDUCATIVO 2: Formamos ciudadanos líderes, inclusivos y respetuosos.
La escuela fomenta la participación y autonomía de los estudiantes, valorando la inclusión a través del respeto de los dones y talentos de todos/as, entregándoles las competencias para insertarse en la sociedad del mañana como agentes de cambio social, conscientes de la protección ambiental.
SELLO EDUCATIVO 3: Generamos un ambiente cálido y familiar para convivir y aprender.
La escuela fomenta un ambiente favorable, desde el afecto y la integración, para el aprendizaje y el desarrollo de las habilidades prosociales, que garantizan una comunidad bien tratante.
Reseña histórica
En el año 1979, el Colegio Metodista Edén del Niño de Los Andes, nace como Jardín Infantil, con el objetivo de apoyar a las madres que deben salir a trabajar, debido a la situación económica y social de la época. La atención estaba orientada a niños y niñas que vivían en sectores de alto riesgo, donde recibían educación y alimentación en forma gratuita, en jornada escolar completa.
En el año 1981 el Colegio es reconocido con el Decreto Cooperador del Estado por el Ministerio de Educación y de inicio a la Educación General Básica. A partir de esta fecha, año a año fue incorporando un curso hasta completar la Educación General Básica en el año 1988.
Desde 1979 y hasta el año 2002, la Fundación ANIDE apadrina económicamente a niñas y niños para que reciban una atención integral, sumándose al servicio educativo y benefactor entregado en el colegio.
Durante el año 1987 se diseña la última ampliación del Colegio para atender las necesidades de infraestructura, dada la cobertura educativa de la época.
El Colegio en forma progresiva comienza a ser reconocido en la comunidad local consolidando su identidad de servicio por su formación cristiana valórica, el cuidado de la infancia y el trabajo articulado con la familia y la comunidad.
En el año 1991, siendo el Pastor de la Iglesia don Manuel Sandoval, surge la necesidad de contar con una mejor infraestructura y de ampliar la existente, dando origen a la proyección de la segunda etapa de construcción del colegio.
Comprometidos con entregar un servicio educativo que responda a los estándares ministeriales y a las necesidades de la comunidad, en el año 1991, el colegio adhiere a las políticas educativas e incorpora los principios de Calidad y Equidad al Proyecto Educativo, los cuales son los pilares de la actual Reforma Educacional.
Desde el año 1993 se incorporan e implementan diversos Proyectos de Mejoramiento Educativo que permiten atender el perfeccionamiento docente, estructurar talleres de jornada alterna e incorporar a las familias al proceso educativo de sus hijos. En este desafío de mejorar los aprendizajes escolares, el colegio se incorpora al Proyecto ENLACES lo que permite incorporar nuevas estrategias metodológicas en el área de las tecnologías de la comunicación e información.
Mientras desempeñaba su labor eclesiástica el pastor Víctor Hugo Cisterna, en el año 1998, se evalúa la necesidad de que el Colegio cuente con la infraestructura necesaria para incorporarse al Sistema de Jornada Escolar Completa presentada por el Ministerio de Educación. Así en el año 2000, se postula al Concurso Público de Aporte Suplementario por Costo de Capital Adicional, convocado por el Ministerio de Educación, siendo aprobado este proyecto en el año 2001 permitiendo que, a partir del mes de agosto del mismo año, se comience a ejecutar el Proyecto de Ampliación del Colegio. Se finaliza la ejecución del Proyecto en el mes de febrero de 2002 permitiendo que el colegio se incorpore al Sistema de Jornada escolar Completa. Además, se realiza un esfuerzo económico significativo al incorporar en el proceso de ampliación la adquisición de un terreno aledaño de 240 m2 que es destinado como área recreativa y deportiva.
Actualmente el colegio atiende estudiantes de Tercero a Octavo Año Básico con Jornada Escolar Completa, distribuida de lunes a viernes y por gestión del Colegio, con el objeto de brindar mayor cobertura curricular, implementó un Programa Especial de Jornada Escolar Completa para Primero y Segundo año Básico.
La Comunidad Educativa puede decir con certeza “Eben – ezer, hasta ahora el Señor nos ha ayudado” lo que permite consolidar con los estudiantes, familias y comunidad local, el compromiso de entregar una Educación de Calidad, que responda a las necesidades de conocimientos, habilidades, valores y actitudes para una vida digna; donde cada estudiante continúe aprendiendo y logre entregar su contribución al desarrollo y transformación de la sociedad.